Creo que fue uno de los días más especiales de tu vida, allí estábamos todos, tus padres, tu hermano, tus abuelitos, tus tíos, tus primos, tus amigas, todos los que durante estos años te han cuidado y dado su cariño, todos los que ya antes de nacer te querían.
Preparar la 1ª comunión contigo ha sido muy fácil y enseñarte lo maravilloso que es compartir con los demás aún más. Decidir donar tus regalos a los más necesitados vino solo.
Una tarde junto a tus amigas, Lucía y Pilar fuimos a conocer a Montse, “quiero que conozcas lo que está haciendo” te dije, y quiero que estés muy atenta y me cuentes lo que más te ha llamado la atención.
Fue así como conociste otro modo de vida, otros niños, otras casas, ….y como conociste a los niños de “ las caritas felices “ como tú los llamas.
A la vuelta, cuando sentadas en la parte de atrás del coche emocionadas por lo que habías compartido esa tarde, os pregunté qué era lo que más os había llamado la atención, sin dudarlo me dijiste: mamá no he visto ni un solo juguete en todas las fotos que nos han enseñado, no tienen, y sin embargo todos los niños siempre sonreían.
Sus caritas son tan felices como la cara de felicidad que ponías tú con cada donativo que hemos recibido, y siempre me decías lo mismo: “mami mira otro donativo más para los niños de Uganda, mami ¿a cuántos niños vamos a poder ayudar? ¿cuánta comida crees que podrá comprar Montse? Y yo siempre igual, solo te miraba, sonreía y te besaba , porque a veces no tenemos palabras para las preguntas que vienen desde el fondo del corazón.
Ahora, de alguna manera Babies Uganda ha empezado a formar parte de ti y sé que un día, tus compañeras de juego, las que te han acompañado, en lo que sientes uno de los días más felices de tu vida, te acompañaran en lo que será el viaje y una de las experiencias más bonitas y gratificantes de tu vida, porque Kikaya House, necesita de corazones como los vuestros, y los niños de las caritas felices, vuestros nuevos amigos : Kamamma, Kato, Mara, Mirembe, Mandela y muchos más os están esperando impacientes para compartir canciones, risas , y divertirse con vosotras jugando todos juntos al pilla pilla.
Porque has entendido que con muy poco se puede hacer mucho.
Porque has entendido que la felicidad es dar y no recibir