Cuando vuelves de Uganda, un pedacito de tí se queda en África. Esto es lo que me pasó a mí después de pasar unas semanas en el orfanato de Kikaya en el año 2017, conociendo lo que Babies Uganda hace allí y en otro orfanato y colegios de la zona.

Es imposible no querer a los niños después de vivir una experiencia de voluntariado así. Por eso, cuando volví, no quería que aquello se limitara a haber estado en Uganda un verano, sino que quise seguir involucrada desde España haciendo lo que estuviera en mi mano. Hoy quiero contaros la historia de cómo otras voluntarias y yo trabajamos para contribuir a que salgan adelante los proyectos y presentarnos brevemente.

Tuve la suerte de que en 2018 empezamos a organizarnos entre varios voluntarios para dar vida a una idea nueva: ofrecer regalos solidarios para bodas. Desde entonces, ya son más de 100 parejas las que han contactado con nosotros, y probablemente la motivación que tienen todos es similar.

En un día tan especial como es una boda, es tradición tener un detalle con todos los familiares y amigos que nos acompañan en ese día. Sin embargo, muchas parejas no quieren que ese detalle sea algo material, sino que deciden darle un significado más allá y convierten su boda en un gesto de generosidad también, haciendo una donación en nombre de todos los invitados a nuestra ONG.

Desde que empezamos en 2018, no sólo nos han contactado para bodas, sino también para otros eventos como bautizos, comuniones, cumpleaños, regalos de Navidad, etc. Por suerte, muchos voluntarios han hecho posible que esto salga adelante: desde los que ayudaron a dar forma a esta idea en sus inicios (pensando cuál debía ser el proceso, qué regalos podíamos ofrecer, eligiendo qué diseños nos gustaban más…), hasta aquellos que se reúnen en casa para hacer un taller y preparar los regalos.

Cuando empezamos, sólo teníamos tarjetones y velas, pero a día de hoy también tenemos en el catálogo pulseras, bolsitas de té y bolsitas de café. Las quedadas para hacer un taller y para preparar todos estos regalos siempre son muy dinámicas. Hay que hacer pulseras, pegar pegatinas en las velas, preparar los paquetitos de té, hacer recuento de tarjetones… pero lo que más me gusta de esos ratos es escuchar anécdotas de otras personas que están vinculadas con Babies Uganda y ponernos al día de la situación allí.

Hoy os estoy contando mi experiencia, pero esta historia se repite con muchos más voluntarios que ayudan con los regalos solidarios de bodas. El equipo principal lo componemos Espe, Clau, Mónica y yo (aunque como ya he dicho nos ayuda mucha más gente). Todas tenemos nuestros trabajos, pero siempre hacemos un hueco para gestionar los pedidos en nuestro tiempo libre: Clau haciendo los diseños de las tarjetas, Espe gestionando las impresiones y envíos, yo contestando a los correos de las parejas, y Mónica coordinando cualquier otra cosa que nos haga falta.

Creo que es una opinión compartida por más gente, si digo que haber conocido a los niños de Uganda me ha dado mucho más de lo que yo pueda darles a ellos. Aunque los niños ya no se acuerden de mi visita en 2017, yo les tengo en mente día a día y eso me hace mirar las cosas de otra forma. Cuando veo mi agenda de trabajo llena de reuniones y el buzón lleno de correos, me ayuda mucho para dar perspectiva pensar que mi vida no es sólo trabajar, sino que en mis ratos libres estoy haciendo algo por mejorar la vida de los peques. Gracias a todas las parejas, padrinos y voluntarios que lo hacéis posible.

PD: más información sobre nuestros regalos solidarios en Bodas Solidarias » BABIES UGANDA | ONG

Ana Lovera.

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