La pregunta que todo el mundo te hace cuando vuelves de África es ¿Te ha cambiado la vida? pues la respuesta es No pero con matices. Una vez has vivido la experiencia de África en tu vida siempre habrá ya un antes y un después. Al volver, tu vida continúa como la dejaste, tu familia, tus amigos, tu trabajo, todo lo que te rodea sigue igual y te incorporas a tu ritmo trepidante inmediatamente.
Lo que realmente te aporta la experiencia es que dedicas algunos momentos de tu vida a reflexionar y a valorar muchas cosas que antes ni las pensabas, te ayuda a disfrutar de las pequeñas cosas… los niños de Babies Uganda saben de lo que hablo.
La felicidad interna no viene de las cosas materiales, no importa si viajas en primera clase o en económica, te das cuenta que escuchar reír a tu familia o a tus amigos eso es verdadera felicidad.
Nuestros niños de la Babies Home saben perfectamente como valorar las pequeñas cosas, con cualquier objeto hacen el mejor de los juegos, algo tan insignificante y tan pequeño les hace inmensamente felices.
Ellos valoran tanto un abrazo, una sonrisa, ir a la playa, un lacasito. Todavía recuerdo cuando estando allí en el orfanato con los niños como sonreían al recibir cualquier cosa, imaginad simplemente lo que supuso una simple bolsa de El Corte Inglés, organizaron un juego de inmediato y disfrutaron muchísimo.
Tenemos que educar a nuestros hijos no para ser ricos sino para ser felices, que vean el valor de las cosas y no su precio.
Esta es una de las muchas reflexiones que te traes de allí, los niños de Babies Uganda son un ejemplo claro de valorar las cosas pequeñas que son al final las que más felices te hacen. El olor después de llover, un libro que no puedes dejar de leer, sentirte amado, tu canción favorita, un pastel de chocolate, un abrazo de tu amiga, ver el amanecer y anochecer del mismo día, un paseo por el campo, un mensaje esperado, ver una buena película, bañarte en el mar, un vino con amigas, fuego en la chimenea, un beso, recibir los buenos días de tu mascota y así podría nombrar muchas pequeñas cosas que empiezas a ver con otros ojos. Desde Babies Uganda queremos ayudar a los niños del orfanato a que sueñen con un futuro digno y que tengan posibilidad de ser felices.
Os animo que hagáis siempre todo lo que os haga feliz y a soñar mucho, porque si se sueña será real.
LuchiGalán.-