GRACIAS, LUCÍA.
… Por haber confiado en mí.
… Por tu generosidad.
… Porque no podría haber tenido mejor compañera de viaje.
… Por haber hecho tan feliz a tanta gente gracias a tu trabajo.
… Por dar lo mejor de tí.
… Porque ha sido facilísimo convivir contigo.
… Por montar en los sitios más insospechados “nuestra clínica móvil”.
… Por haber hecho tan felices a nuestros niños con tu cariño.
… Por haberme dado cuenta una vez más que nuestro trabajo es voluntario porque es imposible pagarlo con dinero.
… Por haberme hecho sentir tan cómoda, segura y cuidada a tu lado.
… Porque aunque no me gusta ver llorar a nadie, tus lágrimas de emoción por situaciones que vivimos me encogían el corazón.
… Por todos los momentos buenos e irrepetibles que hemos vivido juntas.
… Porque cuando nos quedábamos solas en nuestra casita el tiempo se nos pasaba volando de todo lo que nos contábamos.
… Por haber dejado todos los medicamentos de uso hospitalario que llevabas en un hospital de Kampala
… Por tus clases magistrales de la fauna africana.
… Por deshacerte de otro tipo de fauna que se nos colaba en la habitación como si se tratase de hormigas caseras.
… Por darme cuenta que una de las cosas más valiosas que llevaba en mi maleta era el único sobre de Sueroral que teníamos y que nunca imaginé que lo pudieses dosificar durante cinco días.
… Por lo que me hacías reír con tu frase: “¡y me lo quería yo perder!», cuando por ejemplo quería llevar en el boda las gallinas vivas para que los niños comiesen pollo, o cuando en uno de los orfanatos, después de no encontrar unas tijeras intentaban cortarnos las gasas con un cutter oxidado y sin punta y te volvía a escuchar: «¡y me lo quería yo perder!»
… Porque me encantaba cuando llamabas: “mi ángel” a cada niño y yo era la que te veía a tí como un ángel.
… Por involucrarte de la manera que lo has hecho y sigues haciendo.
… Porque nos hemos traído muchos deberes y muchas cosas pendientes y muy bonitas por hacer y sé que vas a estar ahí para lo que haga falta.
…. Porque en estos viajes tenemos una nueva oportunidad de darnos cuentas de lo bonita que puede ser la vida simplemente estando rodeados de personas que merecen la pena.
… Por haber dejado todo tu material dental en la Babies Home, porque espero que sean tus manos las que vuelvan a tocarlo.
Quiero que sepas que ya eres una más de la familia y que espero que los niños puedan seguir disfrutando de “Auntie Lulu” para siempre.
GRACIAS DE TODO CORAZON
Auntie Montse.-