La labor de las Aunties
La Babies Home es un orfanato muy especial, más bien una “gran familia” muy especial,
donde se unen muchas cosas para que todo funcione lo mejor posible, donde hay que estar con los cinco sentidos veinticuatro horas al día, porque con tantos niños pequeños no puede haber un segundo de descanso, y ¿sabéis quién hace que todo este engranaje funcione perfectamente?, Remmie (la directora del orfanato) y nuestras queridas Aunties. Toda ayuda es importantísima para sacar adelante un orfanato con tantos niños, la económica, la de los voluntarios…, pero el día a día de la casa lo gestionan estas mujeres ugandesas, que con una sonrisa perpetua cuidan incansablemente de los niños con una paciencia y cariño infinitos; son una referencia muy positiva para ellos, porque al final, igual que pasa con nuestros propios hijos, lo que ven diariamente a su alrededor es lo que aprenden, y aunque cada uno de ellos desarrolle su propia personalidad, siempre van a tender a copiar lo que han visto en su día a día, en su entorno, en su hogar y en las personas que les rodean, así que nuestros niños son unos afortunados al convivir con estas mujeres de las que solo pueden aprender cosas buenas y tener un ejemplo como personas en el futuro; un ejemplo de personas luchadoras, trabajadoras, respetuosas, cariñosas, agradecidas…. Cuando convivimos con ellas da la sensación de que son incansables; siempre están dispuestas a hacer cualquier cosa que se necesite en un ambiente de respeto y cariño.
Nuestras Aunties también son unas privilegiadas en un país como Uganda, ya que tienen un trabajo y pueden mantener a su propia familia y ser autosuficientes; en este país, lo normal es que sean las mujeres las que saquen a su familia adelante, ya que por lo general, sus parejas, en muchos de los casos están “desaparecidas”. Parece mentira que después de su día de trabajo en la Babies Home, sin parar en todo el día de cocinar, lavar muchísima ropa, cambiar a los niños incontables veces, hacer camas, limpiar baños, jugar con ellos…, todavía tengan fuerzas para llegar a su casa, seguir trabajando y cuidar de sus propios hijos.
En definitiva, que nuestras queridas Aunties son un pilar fundamental en la Babies Home; es impensable que todo funcionase igual sin ellas; aparte del trabajo que hacen, tienen una conexión especial con los niños. Aquí nos parecería increíble que pudiésemos tener en casa a casi treinta niños tan pequeños sin acabar volviéndonos locos, pero en nuestra casa de acogida, un gesto o una palabra de estas mujeres hacia los niños es suficiente para que les hagan caso, sin oír ni una sola vez un grito ni una palabra más alta que otra.
Y es que las mujeres ugandesas, sin duda, son muy especiales, y tenemos una gran suerte de tenerlas con nuestros peques y que aprendan de ellas todo lo que puedan, porque es algo que los niños siempre van a recordar y esperemos que copien para que sean ellos también un ejemplo en la sociedad ugandesa, independientemente de lo que lleguen a ser en un futuro; serán grandes personas, que es lo más importante, y sabrán que las Aunties son las que probablemente más han contribuido en su infancia a que esto suceda.